Varados en Miami

 
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Foto cortesía de Dominik Scythe vía UNSPLASH

 
 
 
 
 
 

COVID-19 CONVIERTE VISITAS A FLORIDA EN PESADILLAS PARA LOS VENEZOLANOS

Nota del editor: Esta historia se produjo en colaboración con la red South Florida Media Network de Florida International University.

Por Valeria Venturini

El pasado 14 de marzo, Françoise Viera, de 51 años, viajó a Miami desde Caracas, Venezuela. Ella esperaba pasar tiempo con su padre, Orlando Viera, de 80 años, que padecía de Parkinson’s y había desarrollado una neumonía aguda.

Lo que Viera no sabía cuando dejó a su esposo y dos hijos adolescentes en Caracas era que no los vería por mucho tiempo. 

Unas horas después de que el vuelo de Viera partiera de Venezuela, la vicepresidenta Delcy Rodríguez anunció el cierre del espacio aéreo del país. Esto dejó a Viera varada en los Estados Unidos junto con cientos de venezolanos que se encuentran desesperados por regresar a casa. 

Su padre murió el 16 de marzo. Desde entonces, ella se ha quedado en Miami lamentando la muerte de su padre sin el apoyo de sus seres queridos. Viera se comunica constantemente con su familia por mensajes de texto y WhatsApp.

"Mis hijos me dicen todos los días, mamita te extraño mucho”, dijo Viera. “Nunca imaginé que no estaría allí para el cumpleaños 18 de mi hijo y para su ceremonia de graduación. Me rompe el corazón, sin mencionar que, durante ese período, estuvo herido y fue operado. He pasado noches llorando; estos han sido los días más duros de mi vida.”

Muchos países latinoamericanos cerraron sus fronteras a los vuelos comerciales debido a la  pandemia de COVID-19, y Venezuela no es la excepción. Algunos países, como Ecuador, han abierto nuevamente. Colombia planea su primer vuelo internacional el 19 de septiembre, de Cartagena a Miami. Otros países han permitido que sus ciudadanos y residentes regresen a sus hogares en vuelos humanitarias.

Ningún país ha sido tan estricto como Venezuela, que ha cerrado sus fronteras a sus ciudadanos que intentan ingresar al país por vía aérea, terrestre o marítima, desde Estados Unidos, Europa y países vecinos.

“Debido a las sanciones americanas contra Venezuela, no se permiten vuelos desde Miami o cualquier lugar de Estados Unidos directamente a Venezuela”, dijo Eduardo A. Gamarra, profesor de la Facultad de Política y Relaciones Internacionales en la Universidad Internacional de Florida (FIU). "Las sanciones también prohíben que cualquier aerolínea comercial transporte a pasajeros a través de terceros países, como Panamá y la República Dominicana a Venezuela.”

Françoise Viera -- Photo courtesy of Françoise Viera

Françoise Viera -- Photo courtesy of Françoise Viera

Cada día peor

La situación se ha convertido en una crisis migratoria regional. Los opositores del presidente Nicolás Maduro, que formaron un gobierno de transición a principios del 2019, calculan que medio millón de venezolanos no han podido regresar debido a la pandemia y a la actual situación política. El crimen organizado, la trata de personas, las organizaciones criminales, y las guerrillas en las fronteras se han aprovechado de estas políticas.

“La situación de Venezuela tiende a empeorar; el futuro político del país es incierto”, dijo José Moreno, un abogado venezolano viviendo en Miami.

“Hay dos gobiernos en un país, ambos con recursos limitados y sin capacidad para brindar servicios y soluciones a los venezolanos dentro y fuera del país”.

Moreno agrega que para muchos de estos exiliados, el problema migratorio lo complica todo. “Los venezolanos no pueden obtener servicios en las oficinas consulares venezolanas como renovaciones de pasaportes, registro de testamentos, certificados de nacimiento o defunción, u otros documentos importantes”, dice. “Esto significa que los venezolanos son ciudadanos del mundo con documentos vencidos y con reconocimiento legal limitado”.

Un grupo que representa a más de 1,200 venezolanos varados en Estados Unidos debido a las restricciones del COVID-19 creó una cuenta en Instagram el pasado 1ro. de abril llamada @venezolanosvaradosenUSA2020. Allí publican actualizaciones de vuelos y solicitan ayuda.

Muchos miembros del grupo dicen que se han quedado sin dinero y no tienen donde alojarse. Otros tienen sus visas vencidas o a punto de vencer. 

En julio iniciaron una petición llamada “Repatriación de Venezolanos Turistas Varados en EEUU a causa del COVID-19” que hasta ahora incluye más de 8,200 firmas. 

Esta petición insta a las autoridades a permitir su regreso. Los miembros del grupo incluso ofrecen pagar sus pasajes aéreos desde cualquier país a Venezuela y cumplir con los protocolos de higiene para evitar la propagación del virus.

El vicepresidente Mike Pence se reúne con Julio Borges, Carlos Vecchio y el Gobierno venezolano en el exilio en 2019 - Foto cortesía de Wikimedia Commons

El vicepresidente Mike Pence se reúne con Julio Borges, Carlos Vecchio y el Gobierno venezolano en el exilio en 2019 - Foto cortesía de Wikimedia Commons

Cuarentena costosa

Los varados crearon un grupo de WhatsApp que tiene alrededor de 250 miembros. Andreina Friedlander de Gómez, de 56 años, pertenece al grupo. Ella viajó de Caracas a Miami, con su esposo e hijas, el 27 de febrero para asistir a la boda de una amiga de su hija. Friedlander de Gómez planeaba regresar a Venezuela el 26 de marzo. Se unió al chat el 12 de mayo.

Friedlander y su esposo Guillermo Gómez, de 58 años, ingresaron a Estados Unidos con visas que vencieron el 26 de agosto. Ahorraron dinero durante meses antes del viaje, pero no esperaban quedarse seis meses pagando servicios públicos, comida, transporte, gastos personales y honorarios de abogados de inmigración.

Actualmente, no tienen dinero y se hospedan en un apartamento vacacional del suegro de Friedlander en la ciudad de Weston. Andreina y su esposo están economizando todo, incluyendo la comida.

Friedlander dice que reza todos los días por un milagro y se siente prisionera en otro país. Extraña su casa, sus amigos, su familia, y a su perra Maia. Cuando su suegro, Guillermo (Billy), murió en Venezuela de causas naturales el 15 de junio, ella y Guillermo sufrieron solos esta gran pérdida.

"Durante estos meses, no he logrado superar el hecho de no haber podido asistir al funeral y al entierro de mi suegro. No pudimos hacer nada al respecto", dijo Friedlander. "Siento impotencia, siento ira y dolor mezclados con profunda depresión, desesperación y una gran incertidumbre".

En marzo, A. Antonio, que trabaja para una empresa americana de tecnología y software, llegó a Baltimore para un evento de ventas. Días después, como suele hacer cuando viaja a Estados Unidos, se detuvo en Miami para visitar a sus hermanas que viven en los suburbios. Esperaba quedarse un par de semanas para hacer sus compras del mes antes de regresar a casa.

La noche antes de su vuelo de regreso, Antonio hizo su maleta. Repentinamente su esposa lo llamó para decirle que los vuelos se habían cancelado. "Gordito", recuerda que ella dijo. "Creo que te vas a tener que quedar unos días más en Miami.”

Por este motivo, Antonio ha tenido que vivir durante meses en una pequeña habitación en la casa de su hermana, quien tiene dos adolescentes y vive en Weston. Antonio dice que todo el mundo ha perdido la privacidad. Extraña a su esposa, a sus dos hijos, y a sus padres que son ancianos.

Antonio ha intentado comprar pasajes a Venezuela viajando a través de Perú, República Dominicana, Trinidad e incluso España. Ninguno ha resultado.

Antonio habla con su esposa varias veces al día. Aún así, la extraña profundamente. Su salario, con el que mantiene a toda la familia, fue  reducido en un 25% por la empresa donde trabaja. Dice que los servicios básicos como la electricidad, el Internet y el agua fallan constantemente en su casa en Venezuela. Es difícil encontrar gasolina y las facturas se acumulan.

Venezuela recibe ayuda sanitaria de China — Foto de la Agencia de Noticias Xinhua

Venezuela recibe ayuda sanitaria de China — Foto de la Agencia de Noticias Xinhua

De esperanza a pesadilla 

Hace solo unas semanas, parecía que la puerta se estaba abriendo para los venezolanos varados, pero luego el gobierno tomó medidas enérgicas. 

Primero, a unos cientos de afortunados que pasaron meses varados en México y la República Dominicana se les permitió viajar a casa en la aerolínea estatal, Conviasa. 

Luego se anunció un vuelo desde Toluca, en las afueras de la ciudad de México, que permitiría a algunos de los varados en Estados Unidos regresar a Caracas el 23 de septiembre. Esos boletos se agotaron rápidamente. 

El 12 de septiembre, el Instituto Nacional de Aviación Civil de Venezuela anunció la extensión de las restricciones de vuelos comerciales por 30 días más, quiere decir hasta el 12 de octubre.

 Actualmente, han surgido denuncias en Instagram por vuelos de repatriación falsos. Se publicó en la cuenta de @venezolanosvaradosenUSA2020 un itinerario falso con la advertencia “¡Evite ser víctima de estas estafas!"

Muchos de los que están atrapados en Estados Unidos temen regresar a casa, donde algunos repatriados han sido obligados a ingresar a instalaciones de cuarentena del gobierno. 

Allí les han dado poca comida y los han obligado a dormir en el suelo junto a otros pasajeros durante tres semanas sin una fecha garantizada de libertad. 

Los casos diarios de COVID-19 casi se han duplicado desde mediados de agosto y los hospitales están colapsando. Incluso los médicos de salud pública, cuyo salario mensual ronda los dos dólares, no cuentan con los recursos mínimos para atender a sus pacientes: mascarilla, guantes y medicamentos.

Françoise Viera, que ha estado atrapada aquí sola durante meses desde la muerte de su padre, ha explorado los servicios de aviones privados con permisos gubernamentales especiales que rondan entre los 3,000 y 5,000 dólares por pasajero. Pero hasta el momento no ha podido solucionar la situación. 

Recientemente, se enteró de una mujer embarazada que llegó a los Estados Unidos antes de la pandemia y planeaba quedarse aquí unos días para comprar ropa para su bebé. Luego vino el cierre de los vuelos. Tuvo a su bebé y ahora está sola y lucha por encontrar una manera de sobrevivir, quedándose en casas de diferentes personas.

“Cada historia que escuchas de venezolanos varados aquí en Miami es peor que la otra”, dijo Viera. "Me siento como si estuviera en mi casa y alguien que entró no me dejara entrar.”

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Valeria Venturini es Venezolana y estudiante de periodismo de la Universidad Internacional de Florida (FIU) Facultad de Periodismo y Medios.

Valeria Venturini es Venezolana y estudiante de periodismo de la Universidad Internacional de Florida (FIU) Facultad de Periodismo y Medios.