Entre Arcoíris y Resistencia: Buscando Luz en Tiempos de Miedo
Ilustración de Pepa Ilustradora para palabra
En un año marcado por ataques políticos, la comunidad LGBTQ+ transforma el miedo en lucha y la incertidumbre en esperanza.
Click here to read this story in English.
Sentado en su hogar, Eduardo Lara reflexiona sobre el pasado y el futuro. A su derecha hay una retrato de su esposo Gaudencio Márquez. Eduardo contempla y agradece su paz mental. Sus títulos académicos adornan las paredes, hasta llegar a una alta estantería repleta de obras de Sandra Cisneros, Víctor Villaseñor, Gabriel García Márquez, y otros titanes de la literatura latine. Aunque Eduardo es consciente de sus privilegios, la incertidumbre le inquieta.
Eduardo, un activista y residente de la ciudad de Long Beach, California, y también presidente emérito del Centro LGBTQ+ de Long Beach, refleja en los años en los que pasaba horas o días leyendo noticias de política y compartiendo sus opiniones en las redes sociales.
“Ya no leo tanto acerca de la política para proteger mi salud mental, porque cada día, no, cada hora, sale algo nuevo acerca del abuso de los derechos civiles de, no solo de nuestra comunidad LGBTQ+ pero de muchas comunidades”, comentó.
Eduardo dice que entiende la importancia de mantenerse informado, pero para proteger su salud mental, conscientemente ha tomado la decisión de limitar la información que ingiere durante este segundo mandato del Presidente Donald Trump. Asegura que sido más selectivo con la información que consume ya que estaba afectando su bienestar emocional.
“Yo noté los cambios al terminar el día, noté que no estaba de buen humor con todo lo negativo que estaba pasando”.
Tras notar sus cambios de humor y lo agobiado que terminaba, Eduardo decidió priorizar su bienestar emocional, porqué según él, “Cuando una administración afecta psicológicamente al público, lo que está haciendo este presidente, es el primer paso para controlar”.
Eduardo Lara, izquierda, y su esposo, Gaudencio Márquez, en el desfile del Orgullo en Long Beach en 2019. Foto cortesía de Eduardo Lara
Junio, históricamente caracterizado como el Mes del Orgullo, la celebración, la visibilidad, y la lucha continua, este año se vive de forma distinta para muchas personas de la comunidad LGBTQ+: en lugar de alegría, hay temor; en lugar de certeza, incertidumbre.
Eduardo sí participó este año en el desfile del Orgullo en la ciudad de Long Beach, caminó sonriente por las calles rodeado de arcoíris, pero en el fondo muchas cosas lo inquietaban. Eduardo es un fiel creyente de que la comunidad LGBTQ+ está bajo ataque por parte de la administración Trump.
“Sí, estamos bajo ataque — desde el discurso público hasta la legislación”, comentó. “Hay mucho miedo, y creo que eso es decir poco. Preocupación, miedo, rabia”.
‘Es muy importante que la gente recuerde que experimentar alegría no significa negar nuestro dolor. Puedes sentir alegría y aun así estar enojado’.
Eduardo señaló la orden ejecutiva que firmó el presidente que prohíbe a personas trans en las fuerzas armadas, y la eliminación de programas de diversidad, equidad, e inclusión (DEI por su siglas en inglés), y además los recortes a fondos contra el VIH, medidas que Eduardo asevera afectan directamente a una comunidad que lleva décadas luchando por sus derechos.
Para Eduardo, estas políticas no son titulares en los medios sino tienen implicaciones reales y profundamente personales. Recuerda con claridad el día en que su esposo Gaudencio enfermó gravemente y tuvo que ser hospitalizado. Gracias a que están legalmente casados desde 2017, Eduardo pudo estar presente, tomar decisiones médicas, y defender los derechos de su pareja en un momento crítico.
El simple hecho de pensar que ese derecho podría ser eliminado le genera ansiedad y una profunda incertidumbre. “Ha habido algunos comentarios, recogidos en artículos y análisis, sobre que algunos de los jueces de la Corte Suprema podrían estar abiertos a que el caso llegue a la corte con la intención de revertir lo que yo llamo la igualdad matrimonial”, advirtió.
Eduardo Lara en el centro con pantalones cortos durante el desfile del Orgullo en Long Beach este año. Foto cortesía de Eduardo Lara
Esa mezcla de emociones — miedo, incertidumbre, y el impulso de celebrar — no es única de Eduardo. Mayme L. Connors, terapeuta especializada en salud mental afirmativa para la comunidad LGBTQ+ y radicada en Texas, ha notado un patrón similar entre sus pacientes. Este Mes del Orgullo, muchos de ellos están atravesando sentimientos encontrados, marcados por el temor ante un contexto político hostil.
“La ansiedad está en su punto más alto. Eso es lo que más se presenta: ansiedad, sin duda. Hay mucha depresión. La homofobia internalizada ha empeorado”, compartió Mayme. “Las conductas autolesivas han aumentado. La evitación de situaciones sociales es muy común”.
“Es difícil pensar en salir a celebrar cuando estás triste y te sientes como muchos de nosotros nos sentimos, enojados”, agregó. “Y creo que es muy importante que la gente recuerde que experimentar alegría no significa negar nuestro dolor. Puedes sentir alegría y aun así estar enojado”.
Mayme advierte que el estrés constante no solo afecta la salud emocional, sino también la física.
“El estrés mata, eso es algo bien sabido. Y dificulta que tu sistema nervioso central se calme cuando vives bajo opresión”, comentó Mayme a palabra.
Eduardo Lara, izquierda, con su esposo durante el desfile del Orgullo en Long Beach en 2023. Foto cortesía de Eduardo Lara
Vivir en un estado de hipervigilancia puede alterar el sistema nervioso y debilitar el cuerpo.
“Yo lo llamo un baño constante de cortisol”, explicó. Este tipo de estrés prolongado puede reducir las defensas inmunológicas, dificultar el sueño, afectar la concentración y apagar la capacidad de sentir alegría genuina. “Es muy difícil reírse de verdad o disfrutar de lo cotidiano cuando todo tu cuerpo está en modo de alerta”, añadió.
Mayme insiste en que la comunidad debe encontrar maneras de proteger su bienestar emocional sin caer en la desconexión total. Sugiere comenzar con acciones pequeñas pero significativas, como establecer límites en el consumo de noticias y en el uso de redes sociales, tal y como Eduardo lleva haciéndolo.
“Los algoritmos se alimentan de nuestra indignación. Entre más interactuamos con contenido que nos enoja, más de eso nos muestran. Tenemos que ser muy cuidadosos con lo que consumimos”, dijo.
‘No debemos permitir que el miedo nos paralice. Tenemos que seguir viviendo, tenemos que seguir existiendo, tenemos que reafirmar nuestra existencia dentro de esta sociedad’.
También recomienda fomentar espacios de comunidad y conexión. “A veces lo mejor que podemos hacer es simplemente acompañarnos en nuestro dolor colectivo”.
El clima político actual no solo ha impactado a nivel individual; también ha puesto en jaque a organizaciones comunitarias que durante años han sido pilares de apoyo para muchos.
Bamby Salcedo, presidenta y fundadora de TransLatin@ Coalition, lo ha vivido de primera mano. Desde Los Ángeles, donde lidera una de las organizaciones más visibles en la defensa de los derechos de las personas trans latinas, ha notado cómo el retroceso en políticas públicas y los discursos de odio han dificultado la labor diaria y debilitado los recursos disponibles.
Bamby Salcedo, presidenta y fundadora de TransLatin@ Coalition, en un mitin en Los Ángeles. Foto de Paolo Riveros/Cortesía de TransLatin@ Coalition
Al igual que muchos miembros de la comunidad LGBTQ+, Bamby también defiende la idea de que sus comunidades están bajo ataque.
Bamby reveló que su organización ha recibido varias cartas notificando la cancelación de contratos clave, lo que tendrá consecuencias devastadoras para los servicios que ofrecen. “Sabemos que después del 30 de junio vamos a perder más o menos un millón de dólares en programas y contratos”, advirtió.
Entre los programas que están por desaparecer se encuentran uno de prevención de uso de sustancias y de salud mental, un programa de VIH, otro enfocado en el desarrollo laboral con fondos del Departamento del Trabajo, uno más de prevención de la violencia, y otro dedicado a combatir crímenes de odio. En total, son cinco programas que dejarán de operar, lo cual afectará directamente a muchas personas que dependen de estos recursos.
Ante este escenario desafiante, la organización no se ha rendido, aunque desafortunadamente, Bamby reconoce que de vez en cuando la moral dentro del equipo se ve afectada.
“Hay veces que la moral está un poco baja y hay problemas de depresión,” confesó, aludiendo tanto al personal como a las personas a las que ayudan.
TransLatin@ Coalition ofrece recursos para la comunidad LGBTQ+ en Los Ángeles que incluyen prevención de uso de sustancias, servicios de salud mental, programas para VIH, desarrollo laboral, y prevención de violencia. Foto cortesía de TransLatin@ Coalition
Sin embargo, enfatizó que la respuesta ha sido colectiva y decidida. “Nosotras como organización hemos tomado la determinación de que, precisamente en estos tiempos oscuros que estamos experimentando, queremos ser una luz para toda nuestra gente”.
“Estamos tratando de traer cierta alegría a todo lo que está pasando, crear resistencia, crear nuestras propias narrativas para contrarrestar todo lo que están diciendo en contra de nosotras”, añadió.
En un esfuerzo por contrarrestar la pérdida de fondos, la organización ha decidido tomar acción con creatividad y determinación.
“Lo que estamos haciendo para contrarrestar todo eso es organizar una caminata que se llama Walk4Humanity (Caminar Por La Humanidad),” compartió. El evento está programado para el 24 de agosto, y busca movilizar a la comunidad en una campaña de recaudación colectiva.
“La idea es pedirle a mil personas que cada uno nos ayuden a juntar mil dólares, y con eso podemos suplementar el millón de dólares que vamos a perder", explicó. Más allá de lo económico, esta acción también representa un acto de unidad, visibilidad, y resistencia.
La carroza de TransLatin@ Coalition en el desfile del Orgullo en West Hollywood este año. Foto cortesía de TransLatin@ Coalition
Giovanni Rocco, miembro de la junta directiva de Capital Pride Alliance y copresidente del comité de comunicaciones, no duda en afirmar que, como muchos otros, él también cree que la comunidad LGBTQ+ está bajo ataque. Sin embargo, este contexto no ha impedido que la organización apueste por un mensaje de esperanza y unidad.
En el marco de World Pride 2025, que por primera vez se celebra en Washington, D.C., Capital Pride Alliance ha mantenido la programación tradicional de siempre, incluyendo conciertos, la Marcha del Orgullo, y una serie de eventos culturales.
Este año, bajo el lema “El tejido de la libertad”, la organización busca destacar y celebrar la riqueza de la diversidad que existe dentro de la comunidad LGBTQ+.
“Nuestra comunidad es increíblemente diversa y este año lo que queremos hacer es celebrar esa diversidad. Y cuando digo diversidad me refiero no solamente a diversidad sexual, sino también de género, racial, geográfica, regional, y religiones”, explicó Giovanni.
El desfile del Orgullo de Capital Pride Alliance en Washington, D.C., en 2024. Foto de Mandie García/Cortesía de Capital Pride Alliance
Este año se suma un componente particularmente significativo: la Conferencia de Derechos Humanos, que reunió a líderes y activistas de todo el mundo del 4 al 6 de junio en la capital federal.
“Un espacio juntos para conversar, para discutir sobre el momento en que estamos viviendo”, señaló Giovanni.
A pesar del entusiasmo que genera World Pride y de la importancia simbólica de celebrarlo en la capital del país, los retos financieros no han pasado desapercibidos. Giovanni explicó que, debido al clima político actual, varias empresas que históricamente habían patrocinado el evento cancelaron sus donaciones o simplemente no regresaron este año como patrocinadores.
“Pero tenemos un equipo de recaudación de fondos que es excelente y han podido encontrar otros recursos", aseguró con optimismo. La situación ha puesto a prueba su capacidad de resiliencia y creatividad, pero también ha evidenciado el compromiso de la comunidad por mantener vivos estos espacios de visibilidad y resistencia.
Asistentes al Festival Capital Pride, organizado por Capital Pride Alliance en el centro de Washington, D.C., en 2024. Foto de Mark Mahon/Cortesía de Capital Pride Alliance
En la frontera entre México y Estados Unidos, la lucha por la dignidad y la seguridad también tiene nombre propio: Casa Arcoíris. Dirigida desde Tijuana, México por un equipo comprometido con los derechos humanos, esta organización funciona como albergue temporal y centro comunitario para personas LGBTQ+ en situación de movilidad, incluyendo migrantes, solicitantes de asilo, y personas desplazadas.
Support the voices of independent journalists.
|
Aunque Casa Arcoíris no recibe apoyo directo del gobierno estadounidense, el clima político al norte de la frontera también ha reducido su red de apoyo internacional. Arturo Ventura, coordinador operativo de Casa Arcoíris, explicó que muchas organizaciones que antes les ofrecían asistencia han visto reducidos sus propios recursos.
“Algunas organizaciones, por ejemplo, que nos brindaban ayuda con el internet o con la despensa; no es que se haya detenido la ayuda o que nos hayan dejado de brindar el apoyo, pero han ido cambiando un poco la dinámica. A lo mejor no es tan seguido o no es de la misma forma”, comentó.
Otra de las formas en las que Casa Arcoíris se ha visto afectada es tras la orden ejecutiva que suspende indefinidamente el derecho a solicitar asilo en la frontera con Estados Unidos. Esta decisión tuvo consecuencias inmediatas para la comunidad LGBTQ+ migrante que escapaba de la violencia.
Miembros de la comunidad Casa Arcoíris y aliados en su evento Queermés Primera Edición en marzo de 2025. Foto cortesía de Casa Arcoíris
Ese proceso fluía de manera constante: llegaban personas solicitando refugio, eran conectadas con organizaciones de apoyo legal, y posteriormente continuaban su camino hacia un posible futuro más seguro. Pero la interrupción del derecho al asilo cambió todo.
Este junio no ha sido un mes de alegría para todos.
Pero incluso entre la tristeza y la rabia, se insiste en resistir. Este año, más que nunca, el orgullo se vive como un acto de rebeldía. “Quiero estar más presente en la comunidad. Quiero alzar más la voz”, dijo Mayme.
“Somos una comunidad fuerte, una comunidad que ha demostrado por años y años, décadas y décadas, lo fuerte que somos”, agregó Giovanni.
“No debemos permitir que el miedo nos paralice. Tenemos que seguir viviendo, tenemos que seguir existiendo, tenemos que reafirmar nuestra existencia dentro de esta sociedad”, concluyó Bamby.
El orgullo, este año, no es solo una celebración, es una declaración de que la comunidad sigue aquí, sigue luchando, y sigue brillando.
Bamby Salcedo con la carroza de TransLatin@ Coalition en el desfile del Orgullo en Long Beach este año. Foto cortesía de TransLatin@ Coalition
—
Andrés H. Martínez es periodista, escritor, y creador de contenido con experiencia en redacciones locales y proyectos de narrativa nacional. Actualmente contribuye a palabra y otros medios de comunicación y es tesorero de NAHJ Los Ángeles. Andrés se graduó de Cal State Fullerton. @andres_h_mtz
María José Mesías, conocida como Pepa Ilustradora, es una comunicadora visual de Ecuador cuyo trabajo se enfoca en temas de cambio social, como igualdad de género, derechos humanos, migración, violencia, etc. Como ilustradora independiente, ha trabajado con distintos medios de comunicación y organizaciones sociales; incluyendo a Radio Ambulante, ONU Mujeres, UNICEF, y muchas más. Su trabajo ha sido comisionado por revistas, blogs, podcasts, campañas; además, trabaja en literatura, incluyendo el libro Ana en Todas Partes, publicado por el Fondo de Cultura Económica de México. @pepailustradora
Patricia Guadalupe, criada en Puerto Rico, es una periodista multimedia bilingüe radicada en Washington, D.C. que cubre las noticias de la capital para medios en inglés y español, además de ser la editora interina de palabra. Fue presidenta del local en Washington, D.C., de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos y anteriormente trabajó como reportera en la ciudad de Nueva York. Ha sido editora y reportera de Hispanic Link News Service, reportera de WTOP Radio (afiliada de CBS News), corresponsal en Washington de WKAQ Radio y Radio Bilingüe, reportera colaboradora de la cadena CBS Radio y Latino USA de NPR, y es corresponsal para NBC Latino y la revista Latino, entre otras. Es graduada de Michigan State University y tiene una maestría de la George Washington University. También es profesora adjunta en la Facultad de Comunicación de American University y en el buró de Washington de la Facultad de Periodismo de Florida International University. @PatriciagDC