Denver acogió a migrantes venezolanos – ¿se agotó la bienvenida?
Juan y María huyeron de la crisis venezolana hacia Denver, donde encontrarían refugio. Pero ahora bajo la política de mano dura sobre inmigración por parte de la administración Trump, la bienvenida se ha desvanecido y el futuro de la pareja pende de un hilo. Foto por Jimena Peck para palabra
Perseguidos en Colorado: Una pareja enfrenta el Sueño Americano conviertido en pesadilla.
Nota de la editora: Este reportaje nos llega desde Feet in 2 Worlds, un medio de comunicación independiente y un programa de formación periodística que empodera las voces de los periodistas inmigrantes.
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La hora de cenar se acercaba. En la pequeña cocina, María toma puñados de masa, los aplana y les da forma redonda. Una por una, María echa las arepas en aceite caliente hasta dorarlas. Apenas desde diciembre de 2024, María, y su pareja Juan, llevan viviendo en este apartamento a las afueras de Denver. La ciudad fue su última parada luego del largo viaje que inició en Venezuela, hasta la capital de colorado buscando la seguridad y la estabilidad que ahora parece escaparse de sus manos. María y Juan no son sus verdaderos nombres, son nombres que estamos usando para proteger sus identidades.
Juan viajó primero y llegó a Denver en 2023, parte del gran éxodo de venezolanos que salieron de su país. Su plan era encontrar un lugar seguro en Estados Unidos para luego recibir a María cuando ella viniera. Y una vez reunidos, ambos esperaban traer a sus hijos de Venezuela.
“ Desde que llegué aquí yo estaba en la cancha de Central Park. El alcalde nos llegó ahí y nos dio la bienvenida, nos atendió muy bien”, Juan cuenta.
Central Park fue uno de los lugares donde la ciudad habilitó refugios de emergencia para mantener a la gente fuera de las calles durante el invierno. Juan dormía en la cancha de baloncesto y estuvo 21 días en aquel refugio.
Con la ayuda de organizaciones locales sin fines de lucro y del gobierno municipal, Juan logró mudarse a un apartamento en Aurora, un suburbio al este de Denver. Fue ahí cuando llegó el momento para que María emprendiera su viaje y se uniera a él. “Para llegar aquí pasamos siete países. De Colombia a Panamá duré tres días en la selva,” cuenta María. La selva a la que se refiere es el Tapón de Darién, un viaje que miles de inmigrantes emprenden cada año para llegar al norte. Y quienes lo hacen se arriesgan a los muchos peligros de la selva, pero también a los carteles y grupos armados que controlan el territorio.
María llegó bien a México, y allí emprendió un viaje desde el sur del país hacia la frontera con Estados Unidos en Ciudad Juárez. Fue entonces cuando descargó la aplicación CBP One. En aquel momento, las autoridades federales de inmigración habían ampliado el acceso a la aplicación para agilizar los procesos de solicitud de asilo de personas como María. Supuestamente, CBP One haría el obtener una cita de asilo más sencillo, pero en realidad, la aplicación sólo mostraba un número limitado de citas diarias. Así que María tuvo que esperar. Pasó ocho meses en Juárez hasta que pudo obtener una cita, y con ella el permiso para poder entrar a Estados Unidos. Una vez aquí, María viajó a Denver para reunirse finalmente con Juan en la primavera de 2024.
“Para llegar aquí pasamos siete países. De Colombia a Panamá duré tres días en la selva”, dijo María sobre su viaje para reunirse con Juan en Aurora, Colorado. Juan había llegado a Denver en 2023; la pareja se reunió después de que él se estableciera en la ciudad. Foto por Jimena Peck para palabra
Una bienvenida cálida
Con decenas de miles de recién llegados a Denver, la ciudad y varias organizaciones locales sin fin de lucro actuaron con rapidez proporcionando refugio, asistencia legal, y ayuda para conseguir empleos. Una gran parte de los recién llegados ya tenían un caso de asilo en trámite, pero el proceso es lento, e impide a los solicitantes trabajar legalmente en Estados Unidos hasta que obtengan una respuesta. Solicitar asilo puede tomar en promedio tres años y medio, incluso a a veces tarda más.
Debido a ello y en respuesta a la crisis en Venezuela, el entonces presidente Joe Biden amplió el Estatus de Protección Temporal, o TPS por sus siglas en inglés, a personas que venían de Venezuela y que hubieran llegado a Estados Unidos después de una fecha determinada. El TPS ofrece dos años de protección contra la deportación, además de una autorización legal para trabajar. Obtener un permiso de trabajo con TPS igual requiere un tiempo de espera. Sin embargo, esos tiempos suelen ser mucho más cortos que los de casos de asilo, y en promedio toman seis meses.
Pero seis meses es mucho tiempo cuando una persona no tiene para comer, pagar el alquiler, o desplazarse por la ciudad. Así que muchos venezolanos empezaron a verse en los principales cruces de tráfico de Denver, limpiando parabrisas, vendiendo dulces; intentando ganarse la vida de cualquier forma.
“Salimos por ahí a limpiar lo que fuera, a hacer cualquier cosa que podíamos como familia”, cuenta Juan. María, por su parte, pasó cuatro meses buscando trabajo, incluso después de que le aprobaran su permiso de trabajo. Durante ese tiempo, cuidó niños y limpió casas, mientras Juan trabajaba en construcción.
“Salimos por ahí a limpiar lo que fuera, a hacer cualquier cosa que podíamos como familia”, dijo Juan. María tuvo dificultades para encontrar trabajo incluso después de que le aprobaran el permiso de trabajo, mientras que Juan trabajaba en la construcción. Foto por Jimena Peck para palabra
“Nadie sale de su país por gusto”
Bajo el régimen autoritario de Nicolás Maduro en Venezuela, más del 80% de la población vive en condiciones de pobreza, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Hasta hace poco, el país se enfrentaba a una de las tasas de inflación más altas del mundo, lo que hacía que el bolívar - la moneda venezolana - careciera de valor. Y esas condiciones impulsaron la migración histórica de venezolanos a otros países como Colombia, Perú, y Estados Unidos. “Nadie sale de su país por gusto”, dice Adelys Ferro, directora del grupo Venezuelan American Caucus.
Ferro dice que en Doral, Florida, una gran mayoría de venezolanos estadounidenses, más del 60%, votó por Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2024. Algunos medios de comunicación reportan cifras aún mayores. A nivel nacional, hasta el 90% de estadounidenses de origen venezolano votó por Donald Trump según el diario español El País.
Y ahora, dice Ferro, la comunidad está pagando un alto precio. " Mira lo caro que nos está costando. Hay mucha gente en este momento que se siente muy desilusionada y muy defraudada”. Pero Ferro dice que las señales fueron muy claras desde la época de campaña. “[Trump] solo se refería a los venezolanos para hablar del Tren de Aragua y de los venezolanos que estábamos aquí”.
El Tren de Aragua inició sus operaciones en una prisión del estado de Aragua. Ahora es la primera organización criminal transnacional que se originó en Venezuela, con grandes redes en Colombia, Perú, e incluso Chile. La administración Trump ha impulsado la narrativa de que la pandilla ahora también tiene presencia en Estados Unidos, pero no hay pruebas claras de que esto sea cierto.
Desde que asumió el cargo en enero, Trump se ha movido rápidamente para revertir muchas otras políticas de la era Biden, incluyendo una de las últimas decisiones de inmigración de Biden como presidente: extender el TPS a los venezolanos. En un momento sin precedentes, el Departamento de Seguridad Nacional anunció que cancelaría esa extensión durante la primera semana de la presidencia de Trump.
María dejó a sus hijos en Venezuela al reencontrarse con Juan, con la esperanza de construir una vida mejor. Pasó meses buscando trabajo mientras limpiaba casas y cuidaba niños para ganar algo de dinero. Foto por Jimena Peck para palabra
Medidas temporales
El coordinador nacional de la Alianza Nacional del TPS, José Palma, dice que la decisión de Trump de cancelar la extensión de Biden al TPS es ilegal. Debido a ello, la organización demandó al gobierno federal.
“El presidente Biden otorgó 18 meses de protección. Y la ley del TPS no permite que otros presidentes vengan y cancelen una decisión ya tomada”, dijo Palma. “Entonces, lo que argumentan nuestros abogados es que la decisión de la administración Trump de quitar la protección de 18 meses es ilegal porque la ley de TPS no lo permite”.
El pasado 31 de marzo, un juez federal en San Francisco estuvo de acuerdo, bloqueando los planes de la administración para cancelar la extensión del TPS - al menos temporalmente.
Sin embargo, agentes de ICE han estado deteniendo y deportando a personas con TPS, solicitantes de asilo, personas con visas válidas, residentes legales, e incluso a un ciudadano estadounidense, dejando claro que esas condiciones ya no brindan la misma protección que antes.
Chivo expiatorio
A finales del año pasado, Aurora, Colorado, se vio envuelta en una nieblina de desinformación. En TikTok y otras plataformas sociales circulaban comentarios virales que criminales venezolanos pertenecientes al Tren de Aragua estaban presentes en la ciudad y se habían apoderado de edificios enteros de apartamentos. En particular, la narrativa giró en torno a un complejo de apartamentos en ruinas llamado Edge at Lowry.
La campaña de Trump aprovechó la ola de desinformación, y auspició un evento en Aurora donde Trump prometió comenzar su programa de deportaciones masivas allí mismo, tan pronto como asumiera el cargo.
En ese momento, Juan y María vivían en uno de los edificios en Edge at Lowry, gestionado por una empresa llamada CBZ Management. Las condiciones allí eran bastante malas.
“La cosa se fue deteriorando poco a poco. Nos fueron quitando la gente de mantenimiento. Se botaba el agua de las tuberías, los pisos rompían”, cuenta Juan. “ Duraron como seis meses solo cobrando renta y no había nadie que hiciera ningún tipo de reparación”. Otros residentes se quejaban de que habían ratas e insectos, y algunos apartamentos pasaron largos periodos de tiempo sin electricidad ni agua.
Entre las malas condiciones que Juan y María enfrentaban en su apartamento de Edge at Lowry se encontraba un techo dañado y falta de agua corriente. Fotos cortesía de Juan y María
Tiempo después salió a la luz que la dirección de CBZ Management había contratado a una empresa de relaciones públicas, y que esa empresa había iniciado los rumores sobre la adquisición de apartamentos por parte de una banda criminal. Kyle Harris, reportero del sitio local de noticias Denverite, pasó mucho tiempo en estos apartamentos. “La narrativa mediática en torno a esos edificios fue impulsada por la dirección de CBZ y su empresa de relaciones públicas en Florida”, explicó Harris. "Y si la dirección podía decir, ‘nosotros no abandonamos a los inquilinos, sino que una pandilla criminal venezolana se apoderó de estos edificios', la administración podía excusarse por no limpiar el moho, ocuparse de las ratas, ocuparse de las condiciones increíblemente peligrosas en las que vivía la gente."
Los rumores sobre las pandillas pusieron nerviosos a los políticos locales y, a principios de diciembre de 2024, la policía de Aurora fue a los edificios y empezó a tocar puertas.
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“Yo estaba dormida y escuchaba unos gritos muy lejos”, cuenta María. Su cama estaba al lado de la ventana y “llegó un momento en que sentí que alumbraron mi cara. Cuando se levantó para comprobar qué pasaba, oyó golpes en la puerta. Era la policía. María dice que abrió la puerta pensando que no iban a tener ningún problema, pues no había nadie en su casa que estaba causando problemas o haciendo algo ilegal. Sin embargo, al entrar, los agentes les gritaron a Juan y María que se tiraran al suelo y luego les esposaron.
La policía de Aurora detuvo a varias personas más esa noche y entregó a todos los hombres a ICE. A María la llevaron a un cuartel de policía, donde estuvo toda la noche, aguantando frío en pijama. Mientras tanto, Juan permaneció detenido durante horas con los demás hombres. Finalmente las autoridades dejaron a Juan en libertad, aunque fue el único hombre que salió de las instalaciones esa noche. Los agentes no les dieron ninguna explicación a Juan y María sobre porque los detuvieron y arrestaron.
Esa noche, los oficiales “nos preguntaban que si teníamos tatuajes, ¿eres del Tren de Aragua?”,” cuenta María que les decían. Incluso antes de que Trump llegara al poder, ICE utilizaba tatuajes como prueba de una posible conexión al Tren de Aragua, según una lista de criterios revelada por la American Civil Liberties Union (ACLU).
Durante una redada nocturna en un apartamento, el Servicio de Inmigración y Control Aduanas (ICE) detuvo a Juan durante horas mientras que María pasó la noche con la policía. Los dos sobrinos de Juan fueron deportados sin previo aviso y la familia desconocía su paradero hasta semanas después. Foto por Jimena Peck para palabra
Dos sobrinos de Juan, que se mudaron a Denver porque tenían familiares en la ciudad, permanecieron detenidos. Durante varias semanas, Juan y María se quedaron sin ninguna información sobre su paradero. Juan cuenta que debido a las malas condiciones en las que vivía y las detenciones que vivieron esa noche, no podía dormir. Eso no cambió hasta que la pareja logró mudar de ese apartamento semanas después.
Las noticias sobre los sobrinos de Juan llegaron más tarde. Semanas después de la redada, se enteraron de que habían convencido a uno de ellos de que firmara una carta de deportación. Aquel sobrino tiene hijos en Venezuela que dependen de él y no podía permitirse estar detenido por más tiempo.
Y la pareja pasó alrededor de un mes sin tener noticias del otro sobrino de Juan. Hasta que en marzo recibieron una llamada suya. Su sobrino cuenta que luego de ser enviado a Guantánamo en Cuba y pasar un par de días detenido allí, fue deportado a Venezuela.
Viviendo con miedo
Durante nuestra entrevista, María le agradece a Dios todo el tiempo por la acogida que recibió cuando llegó a Denver por primera vez. Pero después de todo lo que ha vivido, su percepción de la ciudad ha cambiado.
La pareja teme usar transporte público, y ahora que no tienen un carro, el no usar transporte público es un problema más grande. Juan y María perdieron su auto porque lo llevaron al taller, y el hombre que debía repararlo fue detenido por ICE.
En cualquier lugar al que van, se sienten vigilados.
El futuro se ve incierto para Juan y María. Perseguidos por la policía local y el ICE, ahora atraviesan por lo que parece ser una vigilancia gubernamental constante. Foto por Jimena Peck para palabra
Sus planes para futuro cambian constantemente. "Mis hijos me decían que querían venir para acá. Pero ya con todas las noticias que ven, me dicen no mamá, ya no", cuenta María. Juan tiene una historia similar. Su plan era traer a su hija a Denver. "Pero para lo que estoy viviendo aquí, no vale la pena. Yo salgo de mi apartamento a trabajar y regreso. No salgo para nada más. Siento miedo, como si estuviera en medio de una persecución”.
De hecho, María planea volver a Venezuela. Para ella encontrar trabajo es cada vez más difícil, por lo que el dinero que necesitan para vivir escasea cada vez más. Seguir pagando a un abogado de inmigración por su caso de asilo ahora es imposible. Así que ella ha decidido defender su caso sin abogados. Y si su defensa no funciona, ella y Juan se separarán a finales de año. Juan se quedará, trabajando en Estados Unidos y seguirá enviando dinero a Venezuela.
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Ann Marie Awad es directora editorial del Instituto de Periodistas Independientes y periodista independiente con sede en Denver, Colorado. Su trabajo ha salido en All Things Considered de NPR, Here and Now de WBUR y en radios públicas locales de Colorado, Filadelfia, y Luisiana. Awad es becario de reportaje de 2022 del Centro para la Ciencia de los Psicodélicos de la UC y creadora y presentadora de On Something, un galardonado podcast sobre la vida después de la legalización del cannabis. También ha producido, editado y asesorado proyectos de podcast para WAMU, SONOS y el Instituto Knight de la Primera Enmienda de la Universidad de Columbia, entre otros. @anntastic.bsky.social
Andrés Pacheco-Girón es productor de audio y periodista radicado en la ciudad de Nueva York. Originario de Bogotá, Colombia, su trabajo ha sido publicadoo en palabra, Today in Gay, Feet in 2 Worlds, WNYC, y On The Ballot de Ballotpedia. Ha reportado para importantes redacciones colombianas, como Mutante, Radio Caracol, Cuestión Pública, y La Silla Vacía. Tiene una maestría en Podcasting y Reportaje de Audio de la Universidad de Nueva York. @apachecogiron
Mia (미아) Warren (ella) es una productora de audio galardonada que vive en Brooklyn, Nueva York. Con más de una década de experiencia, su trabajo ha aparecido en Latino USA, The World de PRI, y en la revista Yes!. Antes de convertirse en directora general de Feet in 2 Worlds (Fi2W), Mia fue productora sénior en Sony Podcasts, donde desarrolló varias series de podcasts narrativos originales, incluidos All Relative: Defining Diego y This Is Jeopardy: The Story of America’s Favorite Quiz Show. En 2020, Mia fue la primera editora becaria en Fi2W, donde desarrolló y produjo una temporada del podcast A Better Life?, ganadora del premio Golden Crane, la cual exploraba cómo la respuesta de Estados Unidos al COVID-19 afectó a comunidades inmigrantes. Como productora de StoryCorps, entre 2015 y 2019, creó segmentos para su emisión semanal en Morning Edition de NPR, contribuyó a su temporada de podcasts nominada al Peabody de 2019, y colaboró en Un(re)solved, la serie en StoryCorps sobre derechos civiles y ganadora del premio Emmy con Frontline. Mia es hija de una inmigrante coreana y creció en Boulder, Colorado. Es una lectora voraz de ficción, panadera, ciclista y entusiasta del transporte público. @sarcasmia22
Patricia Guadalupe, criada en Puerto Rico, es una periodista multimedia bilingüe radicada en Washington, D.C. que cubre las noticias de la capital para medios en inglés y español, además de ser la editora interina de palabra. Fue presidenta del local en Washington, D.C., de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos y anteriormente trabajó como reportera en la ciudad de Nueva York. Ha sido editora y reportera de Hispanic Link News Service, reportera de WTOP Radio (afiliada de CBS News), corresponsal en Washington de WKAQ Radio y Radio Bilingüe, reportera colaboradora de la cadena CBS Radio y Latino USA de NPR, y es corresponsal para NBC Latino y la revista Latino, entre otras. Es graduada de Michigan State University y tiene una maestría de la George Washington University. También es profesora adjunta en la Facultad de Comunicación de American University y en el buró de Washington de la Facultad de Periodismo de Florida International University. @PatriciagDC