Cuando la pantalla se convierte en espejo: Una nueva película destapa las heridas de una isla

 

Una escena de “La Pecera”. La historia trata de una artista puertorriqueña residente en San Juan que recibe un diagnóstico de cáncer y decide volver a su Vieques natal. Imagen cortesía de Monument Releasing

 

“La pecera” combina la tragedia personal con el desafío político, creando así un movimiento  — y una nueva ola de cine boricua liderada por mujeres.

Click here to read this story in English.

En una sala de cine arte de Santa Mónica, California, un pequeño grupo se reúne un domingo por la mañana para ver “La Pecera”. La película independiente puertorriqueña explora la decisión de fin de vida de una paciente de cáncer en el contexto de Vieques, la pequeña isla municipio contaminada por décadas de ocupación por la Marina estadounidense. Al final de la proyección, la directora Glorimar Marrero Sánchez y la protagonista Isel Rodríguez responden a preguntas del público.

A mitad de la sesión de preguntas y respuestas, a un hombre conmovido se le escapan las lágrimas al tratar de explicar que él es sobreviviente de cáncer. Le agradece a las cineastas la sensibilidad con la que tratan el tema y, una vez repuesto, les pregunta: ¿Ha hecho algo la película para acelerar la limpieza de las aguas tóxicas de Vieques?

“Eso es parte de la conversación”, le contesta la directora, quien además escribió y coprodujo la cinta. “Y esa es parte de la razón de nuestro recorrido”.

“La Pecera” (“The Fishbowl” en inglés) narra la historia de Noelia, una artista de multimedios puertorriqueña residente en la ciudad capital de San Juan que se entera que su cáncer de colon ha metastatizado y, tras rechazar el tratamiento convencional, decide regresar a su natal Vieques, una isla caribeña a ocho millas de la costa oeste de Puerto Rico y que es probablemente el origen de su enfermedad. Interpretada impecablemente por Rodríguez, Noelia reconecta con sus raíces en Vieques y la continua campaña en la islita para limpiar el desastre tóxico que dejó la Marina.

 
 
 

Póster de “La Pecera”. Imagen cortesía de Monument Releasing

 

Durante 60 años, la Marina de Estados Unidos se adueñó de tres cuartas partes de la pequeña isla, y la usó como campo de bombardeo y donde experimentó con agentes bioquímicos peligrosos. Los militares abandonaron Vieques en 2003, dejando atrás no solo un ambiente contaminado sino también miles de municiones vivas bajo tierra y en el agua.

Hoy día, prácticamente la mitad de la isla está fuera de acceso para los residentes. Según el Registro Central de Cáncer de Puerto Rico, Vieques y la vecina isla de Culebra tienen la mayor mortalidad por cáncer del archipiélago. Un estudio del Departamento de Salud de Puerto Rico halló que los viequenses tienen una tasa de cáncer un 27% mayor que la del resto de los puertorriqueños mientras que otros estudios han revelado una tasa de cáncer pulmonar un 280% mayor en sus mujeres.

Estos estudios sugieren – y los residentes de Vieques entienden – que esas tasas superiores son el resultado de la ocupación por la Marina. Aunque la Marina estadounidense ha reconocido la contaminación ambiental, persiste un debate sobre el impacto de ésta en la salud y si existe alguna conexión específica entre las actividades de la Marina y las altas tasas de cáncer.

 

Glorimar Marrero Sánchez durante el rodaje de “La Pecera” en Vieques, Puerto Rico. Foto de Thais Llorca, cortesía de Monument Releasing

 

El recorrido al que aludió Marrero en la proyección comenzó en marzo, cuando “La Pecera” dio inicio a una gira nacional que llevó la película de bajo presupuesto y en español a más de 20 salas en una docena de estados, incluyendo varios cines pertenecientes a la principal cadena AMC. Una vez cerrado su periplo por los cines estadounidenses con una sola tanda en el afamado Music Box de Chicago en mayo, “La Pecera” llega a video bajo demanda (VOD en inglés) o streaming por Amazon, Apple TV+, y Vimeo el 4 de junio.

Ryan Kampe, portavoz de la distribuidora Monument Releasing, dijo que este tipo de patrón de exhibición con un “objetivo” definido es cada vez más raro en la industria y que crear “eventos” a la par de las proyecciones ayudó a promover la película. 

“Tuvimos que intentar acercarnos a un tipo de público que se entera de boca a boca, siendo nuestro objetivo específico la comunidad puertorriqueña, la comunidad latina más amplia y los públicos del cine arte”, dijo Kampe. “Dada la historia, nos enfocamos en el público femenino, mujeres que puedan conectar con la historia de la protagonista. Las sesiones de preguntas y respuestas y el apoyo de la comunidad han sido la clave para despertar el interés”.

La distribución en salas de cine estadounidenses es uno de varios hitos para una película puertorriqueña. Fue la primera cinta boricua en estrenarse en la competición global de cine dramático del Festival de Cine Sundance en 2023, y un año después fue la primera en recibir una nominación al prestigioso premio Goya del cine español, como Mejor Película Iberoamericana. Rompió récords de taquilla en Puerto Rico al permanecer 32 semanas en los cines. 

La película tiene dos coproductores españoles y una porción significativa de su financiamiento vino de instituciones privadas y públicas en España. Con un presupuesto de menos de un millón de dólares, “La Pecera” podría señalar una nueva era para la debilitada industria fílmica puertorriqueña – una en la que las cineastas mujeres parecen estar tomando la delantera.

El recorrido de Marrero con “La Pecera”, su primer largometraje, en realidad inició hace más de una década, en 2013, cuando comenzó a desarrollar el guión. Nacida y criada en el pueblo montañoso de Barranquitas, en Puerto Rico, su inspiración original fue su propia madre, quien sucumbió a un cáncer colorrectal.

“La primera intención era trabajar desde un personaje femenino que tuviera la enfermedad terminal”, contó Marrero en una entrevista con palabra. “El peso del recorrido de un personaje que tuviera la misma enfermedad pero con otras decisiones y otro camino, era lo que arrancaba el proceso de escritura de la primera versión del guión”.

 

Glorimar Marrero Sánchez, guionista y directora puertorriqueña. Foto cortesía de Monument Releasing

 

Dado que el tema le era tan familiar, Marrero no quería que la película fuera completamente autobiográfico y desistió de situar la trama en Barranquitas. Como gran parte de los puertorriqueños residentes en el archipiélago caribeño, ella conocía la lucha de varias décadas en contra de la ocupación de Vieques por la Marina y sabía de las altas tasas de cáncer en la isla.

Marrero no tardó en hallar la forma de conectar su personaje con el ambiente de la islita. “Para mí era importante hablar de los síntomas del colonialismo, pero también [de los] de una enfermedad terminal”, explicó Marrero. Dijo que quiso mostrar a Vieques como “una colonia dentro de la colonia … un lugar terrible que produce esta relación política, una desatención que produce enfermedad y que tiene un impacto ambiental importante”.

Conseguir el financiamiento y lograr la producción de la película le tomó años de competición estratégica y miles de millas de vuelo. Marrero originalmente sometió su guión al Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana, Cuba, donde obtuvo el premio Coral al Mejor Guión Inédito en 2017. Eso le permitió acceder a una subvención del Fondo para América Latina del Tribeca Film Institute, para continuar el desarrollo.

Support the voices of independent journalists.

Fue parte del último grupo de cineastas puertorriqueños que pudo recibir una dotación de 250 mil dólares de la Corporación de Cine de Puerto Rico antes de que terminara ese programa. En 2018 llevó su proyecto al Málaga Festival Film Zone (MAFIZ) del Festival de Málaga, España, donde ganó el premio EAVE (European Audiovisual Entrepreneurs) y conoció a la primera de sus dos coproductores españoles. Un año después, logró finalizar un acuerdo de coproducción con ellos en el foro internacional Ventana Sur en Buenos Aires, Argentina, lo cual le permitió recibir 90 mil dólares de Ibermedia, un programa europeo que apoya coproducciones entre España, Portugal, y América Latina.

Con fondos españoles y puertorriqueños adicionales, Marrero y su equipo de producción española-puertorriqueña y elenco principalmente boricua comenzó a rodar en 2021, trabajando en una “burbuja” de aislamiento debido al COVID.

“Era un equipo pequeño, y eso provocó mucha intimidad y mucho sostén, mucha armonía”, recordó Marrero. Eso fue particularmente importante para el elenco, especialmente para la protagonista, que lleva sobre sus hombros la mayor parte de la enorme carga emocional de la película.

 

Glorimar Marrero Sánchez, al centro, durante la producción de “La Pecera” en Manatí, Puerto Rico, el 12 de diciembre de 2021. Foto de Laura Magruder, cortesía de Monument Releasing

 

Rodríguez, una actriz bien conocida en el teatro puertorriqueño por sus personajes cómicos, dijo que adentrarse en el personaje de Noelia requirió mucha investigación y largas conversaciones con Marrero.   

“Conversaciones sobre el guión, conversaciones sobre la enfermedad desde la perspectiva que ella vivió con su mamá”, dijo Rodríguez a palabra. “Conversaciones con compañeras que han sufrido esa enfermedad, mujeres que viven con un colostomy bag puesto”.

Un tema que emergió de las conversaciones, recordó Rodríguez, fue la necesidad de la autodeterminación. “De la autonomía [de uno] como ser humano, de hacer lo que te dé la gana con tu cuerpo cuando tú quieras. Que hay como cierta necesidad de autonomía, de libertad … de sentido de poder y de pertenecer a uno mismo”. Un llamado a la autodeterminación, concordaron ella y Marrero, que es paralelo al de Vieques y Puerto Rico.

El estreno en Sundance en 2023 y la mención del Goya en 2024 han sido claves para el aparente éxito comercial de la película. En el festival de Park City, Utah, los productores firmaron un acuerdo con un agente internacional de ventas, Visit Films. La publicidad que se obtuvo por la nominación permitió que la cinta alargara su temporada en los cines de Puerto Rico. El acuerdo para la distribución en Estados Unidos se logró este año con Monument, compañía hermana de Visit.

“Una de las mayores dificultades para las películas puertorriqueñas es conseguir un distribuidor”, dijo Naida García Crespo, una investigadora independiente que escribe sobre el cine de Puerto Rico. “El hecho de que pudieran conseguir un distribuidor desde el principio, en verdad les ayudó. Además de que la película es buena”.

 

Desde la izquierda: el productor José Esteban Alenda, la actriz principal Isel Rodríguez, la directora y productora Glorimar Marrero Sánchez, y la productora Amaya Izquierdo de “La Pecera” en el estreno en Sundance en 2023. Foto cortesía de Monument Releasing

 

Aunque Monument no divulgó cifras de ventas de taquilla, Kampe dijo que el haber podido negociar los derechos a los canales de streaming fue esencial para obtener las fechas en salas. “Sin ello, es muy difícil para una compañía arriesgar los costos de exhibición”.

Como parte de ese itinerario de exhibición, “La Pecera” volvió a los cines de la isla por dos semanas esta primavera. En ese entonces, dos otras películas escritas y dirigidas por mujeres competían por el público en la taquilla.

“Somos un montón de mujeres ahora mismo haciendo cine, produciéndolo, dirigiéndolo, escribiéndolo, actuándolo”, dijo Rodríguez. “Películas sobre personajes de mujeres interesantes. Ha habido como un boom”.

“Pienso que muchas de nosotras hemos estado en un lugar desde atrás, desde hace muchos años, mirando lo que está ocurriendo en la industria del cine y diciendo: ‘Yo puedo hacer esto mejor’. O por lo menos diciendo: ‘Yo también puedo hacer esto. Yo no me tengo que sentar aquí a esperar a que alguien me lo pida, lo voy a hacer’”.

Glorimar Marrero Sánchez, que divide su tiempo entre Chicago y San Juan, ya está trabajando en su próximo proyecto bajo un acuerdo de coproducción con sus dos socios españoles. “El grito de la Trinitaria” se enfocará en otro personaje central femenino, una inmigrante dominicana en Madrid. Aún está en desarrollo, pero la directora espera que también explore el tema de la autodeterminación, esta vez en el contexto del desplazamiento y la inmigración.

 

Una escena de “La Pecera”. La directora Glorimar Marrero Sánchez se enfoca en la continua crisis de salud en Vieques, donde la contaminación causada por la Marina de Estados Unidos causa daño a comunidades puertorriqueñas. Imagen cortesía de Monument Releasing

 

A la vez que La Pecera” entra al streaming, Marrero espera continuar llevando su ópera prima a festivales y otros foros, incluyendo universidades, donde frecuentemente responde a preguntas importantes del público.

“Me encantaría que esta película generara esa conversación para que se identifiquen los fondos que necesita Vieques y el plan de trabajo que hay que diseñar”, dijo, recordando aquella pregunta del sobreviviente de cáncer en Santa Mónica.

“Me encantaría que esta película provoque que se atiendan las reparaciones que necesitan los viequenses y la atención directa que merecen. Y me gustaría que esta película también [genere conversaciones] sobre el derecho a la autodeterminación de Puerto Rico. Ambos temas son importantes, y necesitamos hablarlos”.

 
 

Antonio Mejías-Rentas es un veterano periodista bilingüe puertorriqueño que lleva más de 40 años viviendo y trabajando  en Los Ángeles. Como columnista de artes de Hispanic Link y editor de espectáculos de La Opinión por dos décadas, documentó la continua participación de los latinos en las artes y los espectáculos en  Estados Unidos. Como jefe de redacción del Pulso de Boyle Heights por 10 años, fue mentor de periodistas adolescentes y gestionó la página web de ese medio comunitario en un barrio del este de Los Ángeles. Fue miembro de la junta de directores de NAHJ y presidente de NAHJ Los Ángeles. Jubilado en febrero, aún tiene historias que contar. @lataino

Patricia Guadalupe, criada en Puerto Rico, es una periodista multimedia bilingüe radicada en Washington, D.C. que cubre las noticias de la capital para medios en inglés y español, además de ser la editora interina de palabra. Fue presidenta del local en Washington, D.C., de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos y anteriormente trabajó como reportera en la ciudad de Nueva York. Ha sido editora y reportera de Hispanic Link News Service, reportera de WTOP Radio (afiliada de CBS News), corresponsal en Washington de WKAQ Radio y Radio Bilingüe, reportera colaboradora de la cadena CBS Radio y Latino USA de NPR, y es corresponsal  para NBC Latino y la revista Latino, entre otras. Es graduada de Michigan State University y tiene una maestría de la George Washington University. También es profesora adjunta en la Facultad de Comunicación de American University y en el buró de Washington de la Facultad de Periodismo de Florida International University. @PatriciagDC

 
 
Feature, Españolpalabra.